
NIVELES DE LECTURA. CONCEPTOS BÁSICOS.
Para la realización del presente trabajo, debes tener en cuenta los siguientes conceptos:
NIVEL LITERAL: Es el nivel básico de lectura centrado en las ideas y la información que está explícitamente expuesta en el texto. En este nivel o lectura literal se reconocen detalles del texto (nombres, personajes, tiempos y lugar del relato), reconocimiento de la idea principal de un párrafo o del texto, identificación de secuencias de los hechos o acciones, e identificación de relaciones de causa o efecto (identificación de razones explícitas relacionadas con los hechos o sucesos del texto).
NIVEL INFERENCIAL: es la lectura implícita del texto y requiere un alto grado de abstracción por parte del lector. Las inferencias se construyen cuando se comprende por medio de relaciones y asociaciones el significado local o global del texto, basándose en experiencias anteriores y los saberes previos, para llegar a formular hipótesis, nuevas ideas, elaboración de conclusiones inferir relaciones de causa y efecto, predecir acontecimientos sobre la lectura e interpretar el lenguaje figurativo a partir de la significación literal del texto. El lector está en capacidad de interpretar lo que lee.
NIVEL CRÍTICO-VALORATIVO: es la lectura de carácter evaluativo donde intervienen los saberes previos del lector, su criterio y el conocimiento de lo leído, tomando distancia del contenido del texto para lograr emitir juicios valorativos desde una posición documentada y sustentada. Los juicios deben centrarse en la exactitud, aceptabilidad y probabilidad; pueden ser: de adecuación y validez (compara lo escrito con otras fuentes de información), de apropiación (requiere de la evaluación relativa de las partes) y de rechazo o aceptación (depende del código moral y del sistema de valores del lector.
NIVEL ANALÓGICO: Es la habilidad de establecer comparaciones con dos o más elementos textuales para distinguir sus diferencias.
LECTURA DE IMÁGENES: Cuando mediante la observación de una imagen logramos captar el mensaje y a su vez interpretarlo y analizarlo. En síntesis: La comprensión lectora es “un proceso mediante el cual el lector no solo comprende, sino que también elabora un significado en su interacción personal con el texto”. Es decir, el significado del texto no está dado solamente por el escritor, sino que el lector es quien completa el proceso al momento de ejecutar la lectura.
ACTIVIDAD.
Después de haber leído comprensivamente lo anterior, realiza la siguiente lectura para que respondas las preguntas que están al final.
“La mata”
Tomás Carrasquilla. Autor colombiano
Vivía sola, completamente sola, en un cuarto estrecho y sombrío de cabo de barrio. Sus nexos sociales no pasaban de la compra, no siempre cotidiana, de pan y combustible, en algún ventorrillo cercano; del trato con su escasa clientela, y de sus entrevistas con el terrible dueño del tugurio. Este hombre implacable la amenazaba con arrojarla a la calle, cada vez que le faltase un ochavo siquiera del semanal arrendamiento. Y, como pocas veces completaba la suma, vivía pendiente de la amenaza.
Después de ensayar con varios oficios, vino a parar de planchadora de parroquianos pobres; que para ricos no alcanzaban sus habilidades. Le faltaba trabajo con frecuencia, y entonces eran los ayunos al traspaso. El hambre, con todo, no pudo lanzarla a la mendicidad.
Era uno de esos seres a quienes la rueda de la vida va empujando al rodadero, sin alcanzar a despeñarlos. Más que vieja, estaba maltrecha, averiada por la miseria y las borrascas juveniles. De aquella hermosura soberana, que vio a sus plantas tantos adoradores, no le quedaba ni un celaje. De sus haberes y preseas de los tiempos prósperos, sólo guardaba el figurativo
recuerdo doloroso. De aquel naufragio no había salvado más que el cargamento de los desengaños.
Su historia, la de tantas infelices: de cualquier suburbio vino, desde niña, a servir a la ciudad; pronto se abrió al sol de la mañana aquella rosa incomparable, y… lo de siempre. ¡Pobre flor!
Dos hijos tuvo y fueron su tormento. El varón huyó de ella y se fue lejos, no bien se sintió hombrecito. Su hija, un ángel del cielo, la recogió el padre, a los primeros balbuceos, donde nunca supiese de su madre.
Ni un amigo ni una compañera le quedaban en su ocaso, a ella que los tuvo sin cuento en su cenit; ni una palabra de conmiseración a ella que oyera tantas lisonjas. Y, las pocas veces que imploró un socorro, de algún bolsillo en otros tiempos suyo, no obtuvo ni siquiera una respuesta. El desprecio de los unos, el desconocimiento de los otros, caían sobre ella como la piedra mosaica sobre la hebrea infiel. La pobre mariposa, ya ciega, sin esmaltes ni tornasoles, se recogió, en su espanto, para morir entre el polvo abrigado de la gruta.
En su anonadamiento no pensaba en el cielo ni en la tierra; no pensaba en nada que pudiera redimirla. ¡Qué iba a pensar la infeliz! Sólo sentía el hambre de la bestia que ya no puede buscarse el alimento; sólo el frío del ave enferma que no encuentra el nido.
El hambre material... ¡muy horrible, muy espantosa! Pero esta otra del corazón; esta necesidad de un ser a quién amar, con quién compartir la negra existencia; esta soledad de la vejez no podía, no era capaz de arrostrarla.
Consiguió un gato, un gato muy hermoso. Pero los gatos, lo mismo que el amigo, huyen de las casas donde el hogar no arde. Dos veces tuvo loro, y uno y otro murieron de inanición. Su desgracia les alcanza hasta a los pobres animales. Si ella consiguiera una compañera que no comiese... pero ¿cuándo?
Un día, al pasar por la calleja un carro con enseres de una familia en mudanza, cayó junto a su puerta un tiesto con una planta. Como se hiciera trizas, lo dejaron allí abandonado. Tomó ella la raíz, la sembró en un cacharro desfondado y lo puso en un rincón, junto a la entrada.
Antes de un año era una planta que llamaba la atención de los transeúntes. Regarla, quitarle las hojas secas, ponerle abono, era su dicha; una dicha muy grande y extraña. Tan extraña, que siempre recordaba a su hijita, las pocas veces que pudo peinarla y componerla. Le propusieron comprársela a muy buen precio. ¿Vender ella su mata? ¡Si le parecía que era persona como ella; que era algo suyo; que la acompañaba; que sabía lo que pensaba! su cuchitril no se le hacía ya tan triste ni tan feo. Y la pobre, autosugestionada por esta idea, ya ponía algún esmero en el aseo y arreglo del cuartucho.
La planta iba creciendo a la sombra, como si Dios la bendijese. Y Dios la bendecía, porque consolaba a un alma triste. Un día llegó un brazo hasta el dintel, otro levantó un renuevo, otro se curvó en arco. Su dueña entonces clavó dos varas, amarró el tallo, y la guirnalda de brillante follaje y de campánulas purpúreas se fue extendiendo, pomposa y exuberante, hasta formar un dombo. Las gentes se paraban a contemplar tanta gentileza y galanura. La pobre mujer, menos cohibida, mandaba entrar a los curiosos para que viesen todo aquello. Hasta una señora muy lujosa entró un día.
Su mata la iba volviendo al trato con las gentes; le iba dando nombre. Ya no se sentía tan despreciada ni tan abatida. Como ya podían verla los extraños, no era tan descuidada en su vestido, y sacudía las paredes y aderezaba sus pobres trebejos con el primor que en la miseria quepa. Día por día iba aumentando el aseo. Tanta limpieza le atrajo más clientela y se hizo célebre en el barrio. El cuarto de María Engracia se citaba como una tacita de plata.
Una mañana entraron dos señoras a contemplar la mata. Admiradas del aspecto de aquella vivienda mísera, que la pulcritud hacía agradable, se deshicieron en elogios. Esa noche hizo lo que no hiciera desde sus tiempos de servicio: rezó a la Virgen el rosario entero. Otro día sacó de un baúl, donde se apolillaba en el olvido, un cuadrito de la Dolorosa. Lo colgó sobre su cabecera y le puso un ramo, el primero que cogía de la mata. Un domingo fue a misa de alba.
Aquel espíritu, que parecía muerto, resucitaba. Tal lo entendía ella. Todo era un milagro, un milagro que le hacía nuestro Padre Jesús de Monserrate, por medio de la mata. Sí: Él era. Recordó, entonces, que un domingo, en sus tiempos tormentosos, al bajar del cerro con otras compañeras, le había dejado una tarjeta, en la última estación. Recordaba todo, punto por punto; su amiga Ana, que era muy instruida y tremenda, tomo un lápiz y puso al pie del nombre de este modo: "Acuérdate de mí, que soy una triste pecadora". Y todo esto, que tenía olvidado por completo, ¿por qué lo recordaba ahora, como si lo estuviese presenciando? Pues, por milagro...
Al sábado siguiente se postraba ante un confesor. No fue poco el pasmo de los vecinos cuando la vieron arrodillada en el comulgatorio para recibir la Santa Forma. De ahí adelante llevó vida piadosa interior y exteriormente. La mata, más lozana y florida cada día, llegó a ser para ella un ser sobrenatural, enviado por Jesús de Monserrate para su enmienda y tutela.
Entre tanto se iba sintiendo muy enferma y quebrantada. Le daban palpitaciones con frecuencia; con frecuencia se le iba el mundo, y más de un vértigo la desvaneció en la iglesia. Presentía su fin muy próximo, pero sin pena: antes bien con una dulce serenidad. ¡Si ella pudiera trasplantar su mata sobre su sepultura!
Un día llegó furioso el dueño del cuartucho. Sólo a una malvada como ella se le ocurría poner ese matorral, para tumbar el cuarto con la humedad. Si no sacaba al punto aquella ociosidad la echaba a la calle con todo y sus corotos. Ella se pone a llorar, sin que piense ni en tocar la mata. Por la tarde torna el hombre y arremete a bastonazos contra cacharro, flores y follaje. Tira todo a la calle y hace sacar los muebles enseguida. María Engracia se desploma, presa de un síncope. De allí la llevan para el hospital. En sus delirios ve su mata frente a su cama, como el arco de triunfo para entrar al paraíso. Y al amanecer de un domingo, cae para siempre en la red infinita de la Misericordia.
Tomás Carrasquilla (colombiano)
Después de haber leído atentamente este cuento desarrolla las siguientes actividades:
1. Enumera cada uno de los párrafos del cuento y luego subraya la idea principal (de cada uno)
2. Aplica la técnica del subrayado al texto y luego realiza un resumen con la información que resultó.
3. ¿A qué personaje se refiere el texto? ¿Por qué?
4. ¿Por qué crees que la protagonista vive de esta manera? ¿Conoces alguna historia parecida? Argumenta
5. ¿Cuál es el tema central de este cuento?
6. Dibuja la escena del cuento más significativa para ti.
7. Propone un final y un título diferente para esta historia.
8. ¿Sabes qué es una metáfora, símil e hipérbole? Investiga y encuentra al menos una de cada una y explícala.
9. “Lee” la imagen que está entre líneas, para que la describas desde el punto de vista crítico y analógico
10. Busca el significado de los términos que están en en cursiva. Ordénalos alfabéticamente
Nivel crítico-valorativo:
Escribe tu opinión frente a la pobreza, la falta de oportunidades y la situación de los ancianos abandonados:_____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
“Nunca dejes de ser humilde, agradecido y buena persona…la vida da muchas vueltas, y nunca sebes donde terminarás”
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